La costa norte de Chile, un mar diferente

La costa norte de Chile, un mar diferente

Hay que reconocer que el viaje desde el extremo norte de Chile hasta poco antes de la capital, Santiago, suele ser muy solitario, por no decir aburrido. La ruta discurre durante horas cerca del mar, por un paisaje desértico donde se extraen salitre, litio y otros minerales en varias minas; Sin embargo, hemos descubierto dos aspectos destacados y nos gustaría presentárselos; Uno de ellos es el Parque Nacional “Pan de Azúcar”; Un parque nacional marino donde, según la temporada, se pueden encontrar delfines, pingüinos y ballenas;

Hermosas bahías enmarcadas por áridas montañas, unos cuantos chiringuitos con marisco súper sabroso, eso es todo; Las frías corrientes oceánicas y el desierto del interior crean a menudo una niebla que confiere a toda la zona un aire místico; Baden; Al menos cuando nosotros la visitamos, el agua parecía estar a 15 grados (temperatura similar a la exterior), lo que no invita precisamente a darse un chapuzón cuando las rompientes están a metros de altura; Pero los interminables paseos por la playa sin otros turistas también tenían su encanto;

Más al sur, en los alrededores de la ciudad de La Serena (a unos 500 km al norte de Santiago de Chile), descubrimos otro punto culminante de nuestro viaje; En realidad queríamos visitar el Parque Nacional Fray Jorge, pero tuvimos que darnos cuenta de que estaba cerrado por obras de renovación (estas cosas pasan de vez en cuando y simplemente forman parte de ello); Pero lo que sí sabíamos es que esta zona (el pequeño desierto de Atacama) es uno de los mejores lugares del mundo para observar el cielo estrellado; Aquí se encuentran los mayores observatorios astrológicos, por desgracia sólo reservados a los científicos por la noche;

Sin embargo, encontramos la versión “pequeña” en el camping “Astrocamping Viento Sur”; Los propietarios, Natalia y Patricio, han instalado aquí un “camping de observación de estrellas”, desde el que ofrecen excursiones nocturnas; Como era temporada baja, éramos los únicos huéspedes y, por lo tanto, tuvimos una visita privada; Los dos nos mostraron y explicaron el cielo estrellado en una excursión hasta pasada la medianoche y nos hicieron unas fotos increíbles con una cámara profesional; Nunca habíamos estado tan cerca de la Vía Láctea;

Roland
roland@bestagetravellers.com
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